Casi
toda esperanza es falsa si se para uno a pensar en ello. Significa tener fe en
que las cosas saldrán bien cuando todo apunta a lo contrario. Pero ¿Qué sería
de nosotros sin ella? Es la brújula de la mente y la boya del corazón, aquello
a lo que nos aferramos y nos mantiene a flote mientras aguardamos socorro. Sin
esperanza la vida es un sálvese quien pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario